miércoles, 9 de febrero de 2011

Hombre y naturaleza, beneficios.

El ser humano ha estado siempre muy vinculado a la naturaleza. Hoy en día sigue habiendo personas muy unidas a la naturaleza. Con la llegada de la revolución industrial a mitad del siglo XVIII vinieron las migraciones interiores, normalmente personas procedentes de zonas rurales subdesarrolladas, con destino a los núcleos urbanos económicamente importantes. El ser humano se deja a un lado la naturaleza, el campo, migrando a grandes ciudades.
Con la revolución industrial comienza una nueva forma de vida. Concentraciones de personas en un espacio reducido y la mayoría de nuestro tiempo transcurre dentro de espacios cerrados por lo que es importante que la atmosfera interior y exterior que nos rodea sea de la mejor calidad posible.
Hoy en día se está muy preocupado por la calidad del aire atmosférico cuenta de ello es la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera. “La atmósfera es un bien común indispensable para la vida respecto del cual todas las personas tienen el derecho de su uso y disfrute y la obligación de su conservación”2 Una de las medidas adoptadas es convertir las ciudades en lugares con más zonas verdes que puedan garantizar la calidad del aire. En un proyecto presentado en las Jornadas Mundiales del Medioambiente de la ONU advertía de que si no se actuaba de inmediato las grandes ciudades serán irrespirables e inhabitables en 20 años.
Sin embargo no tenemos esa misma preocupación con los espacios interiores que tienen el mismo ambiente de fuera y además son espacios cerrados donde el aire cada vez tiene menos calidad. Debido a esto existe el síndrome del edificio enfermo3 una característica de este síndrome es ser hermético. Puede provocarnos:
- Respiración dificultosa.
- Mareos.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga mental.
- Elevar las infecciones respiratorias y resfriados.
Podemos poner medidas para asegurarnos una mejor calidad de vida dentro de la facultad y de nuestras propias:
Las plantas de interior actúan como filtradores de aire a través de la fotosíntesis, proceso en el que el dióxido de carbono se absorbe y se transforma en el oxígeno que respiramos así ayudan a purificar el aire. Reducen la concentración de polvo en el que se encuentran sustancias toxicas. Las hojas de algunas plantas absorben compuestos orgánicos volátiles tóxicos como: benceno, tricloroetileno, formaldehido y xileno. Los tres últimos aparecen en la tabla de sustancias en el aire de la OMS que hay que tener en cuenta para proteger la salud pública.
Listado de plantas de fácil cuidado y de las que mejor filtran el aire:
- Ficus.
- Drácena.
- Hiedra.
- Espatifilo.
- Potos.
- Filodendro.
- Difembaquia.
- Palmeras.
- Cinta.
- Aglaonema.
- Sansevieria.